Esta planta crece de forma natural en nuestros campos, se utiliza en cocina y también en medicina natural.
Para cocinar la usamos en los “refritos” típicos en la zona, junto con otras plantas, se recogen frescas, solo las hojas, se lavan, cortan y cuecen, luego se fríen y se pueden añadir huevos para hacer un exquisito revuelto.
En medicina se utiliza por ser un excelente diurético, depurativo y fortalecedor de la sangre, refrescante y antiescorbútico, el diente de león se utiliza en la medicina casera en forma de jugo, ensaladas e infusiones, contra las afecciones del sistema urinario, de los pulmones, de los riñones, de la vejiga, del estómago, del hígado y contra la retención de líquidos.
Es buena para los diabéticos, pues sus azúcares no sobrecargan el metabolismo, para estimular el apetito y vencer diversas enfermedades de la piel como, por ejemplo, eczemas.
También se considera digestivo y eficaz contra los dolores artríticos, reumáticos, y para fortalecer la visión.
La planta fresca del diente de león tiene gran cantidad de vitaminas y substancias minerales como: calcio, fósforo, potasio, sodio, manganeso y silicato.
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